SOBRE EL PERDON
SOBRE EL PERDON
Perdonemos a los españoles porque abusaron de la cultura indígena!, listo, los perdonamos! Podemos gritar y dejar el asunto sin mayor trascendencia.
Podemos escuchar: como te parece que mi esposo(a), me ha sido infiel!. Diríamos: que dolor, es un pesar, etc. Incluso no es descabellado decir: perdona y rescata esa relación!. Y dejamos esa emoción de dolor y motivación cerrada.
En las dos modalidades, no hay doliente directo, pero ahora póngase en maltrato de sus hijos o injurias a su familia. Otro colorido... y de hormiga!
Esta experiencia de dolor tiene dos matices y universos muchas veces inesperados. Lo que se siente y se revierte inmediatamente en los vínculos, y aquel mas nocivo : el deterioro interior y el no perdón interior.
Podemos limpiar el moho externo del pan, pero ya el pan no sabe a bueno. Pensemos en esto y en nuestra experiencia afectiva.
Ante una agresión, en este mundo loco, lo usual es rechazar. E incluso devolver mas fuerte. El perdón, ante todo es la oportunidad a sacar de nuestro espíritu la tendencia a la venganza o al deseo de maldecir. Pero eso no son sino cargas a renunciar, son imposibles de sobrellevar en el corazón humano!Segundo, es una oportunidad para agradecer, y no es masoquismo. Una agresión bajo esta actitud de apertura , la aniquila en todo su poder destructivo. Pues no hay nada que se resista a un gracias dado en amor y sacrificio por algo bueno que vendrá.
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