Saturday, May 27, 2006

MEDICINA INTEGRATIVA

QUIEN AMA, TAMBIEN REPRENDE.

En una romería en Guarne, Antioquia, aprendí algo y Jesús me lo confirmó inesperadamente. No estaba acostumbrado a semejantes experiencias. En ese tiempo no sabía sobre los grupos que en mundo se reúnen periódicamente para orar a la Santísima Virgen. Fui con mi amiga Maria Teresa, una monja santa, y ella en sus actividades me dijo que visitaríamos un sitio de veneración a María. Cuando llegamos, un grupo subió al monte orando el Vía Cursis, yo por mi parte preferí irme caminando en reflexión. En ese caminar, vi como un padre reprendía a sus hijos con dureza y pensé: pobrecitos estos niños. Aclaro que esta escena no la vi sino yo que iba cerca de ellos en el ascenso. Y seguí el camino hasta la cumbre. Después de esto vinieron mas oraciones del rosario y se dio la gracia de escuchar un Pentecostés donde hablaba Jesús: Uno de tantos mensajes que nos dió, ya hace mas de 4 años, fue este: los hijos necesitan ser reprendidos y cuando sea necesario lo deberemos hacer con mucho amor.
Nada nuevo tiene este mensaje podría pensarse, lo sorprendente fue ser conciente de la presencia del Maestro en lo que había visto y que fue confirmado en sus palabras como tratando de decirle a aquel padre de lo que estaba haciendo mientras subíamos.
Un padre que ama a sus hijos los corrige con amor y no permanece todo el tiempo en consentimiento y adulación, pues haría de sus hijos unos desadaptados en un mundo donde lo más común es cometer el error de corregir imprudentemente.
Todo esto me recuerda la historia del jardinero que sabe que las plantas necesitan de dificultades y carencias muchas veces para hacerse más bellas.
Es por eso también que muchas veces la mejor represión a nuestros errores vienen de los verdaderos amigos, quienes nos hablan claro de lo mal que estamos obrando y terminamos recibiendo el sabio consejo porque fue dado en pleno amor.

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